La forja es un proceso de conformado por deformación plástica de hierro principalmente, aunque se puede hacer con distintos metales y materiales maleables. Principalmente se consigue aplicando fuerzas de compresión, golpeando y troquelando el material. Junto con la aplicación de calor, lo que se pretende es aumentar la ductilidad del material. La forja permite dotar al material de la forma deseada y de unas propiedades, por lo general fortalecimiento y aumento de la ductilidad del metal. Además, va a ofrecer una mayor resistencia a la fatiga y a los impactos.
En este proceso de conformado del metal no se desprenden virutas, por lo que el ahorro de material es mucho mayor que en otros procesos. Entre las múltiples aplicaciones que se le pueden dar a la forja está la fabricación de piezas para motores, como ejes, cigüeñales o bielas, rejas y barandillas, cabezas de tornillos y pernos, clavos, remaches, etc.
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